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El video: nuevo medio para incrementar tu impacto en redes sociales.

Fecha:  martes, 17 de abril de 2018

El uso de video en nuestro entorno digital aumenta cada día asentándose como una de las formas de comunicación más idóneas.  En parte por su uso en las principales redes sociales, como Facebook o Instagram,  gracias a las redes 4G y al actual aumento en la cantidad de datos móviles disponibles.  Las interacciones en estas redes sociales al incluir video se ven aumentadas considerablemente, motivo por el que fomentan y facilitan el uso del video desde las propias plataformas.

Si nos acercamos un poco a los datos que aportan las redes sociales, podemos ver que en Facebook,  los videos  ya son vistos por más de 500 millones de personas, tal y como recoge un estudio realizado por Socialbakers. Por ello, las restricciones de tiempo para retransmisiones en directo se han eliminado en Facebook LIVE, en parte, debido a que se están dando cuenta de la importancia que tienen para las marcas a la hora de captar la atención de sus seguidores.

En Twitter e Instagram también se aprecia un gran aumento en la interacción con el contenido en video. Mientras que en Twitter el 82% de los usuarios usan esta plataforma para ver algún tipo de contenido vídeo, en Instagram, en el último año, se incrementó el uso del vídeo en más del 150%, según datos del estudio anteriormente mencionado. Esto ha generado que actualmente podamos subir hasta 30 segundos en Twitter y un minuto en Instagram, cuando hasta hace poco sólo disponíamos de 15 segundos en ésta última.

Debemos entender esta tendencia en el consumo de video como una oportunidad para acercarnos al mundo a través de imágenes en movimiento. ¿Por qué? Porque gustan, porque jugamos con la posibilidad de emocionar también con música y voz y porque las plataformas nos dan todas las facilidades para que podamos hacerlo.

Ya sabemos que queremos hacer un video promocional de nuestro negocio para la web y redes sociales,  y bien, ¿por dónde empezamos?

Generalmente por coger papel y lápiz y plantear primero qué queremos contar sobre nuestro negocio, a quién se lo queremos contar y de qué manera se lo vamos a transmitir. Coger una cámara o un móvil y grabar cosas sueltas sin una idea clara de lo que queremos decir, puede hacer que el espectador no capte el mensaje y no consigamos llegar a nuestra audiencia. Un espectador frustrado difícilmente va comprar nuestro producto o dar "me gusta" a nuestro video. Para solucionar esto debemos responder al cómo vamos a contar el mensaje con nuestra cámara.

Debemos ser conscientes de que el mundo que hay por delante de un objetivo de una cámara es prácticamente infinito y está lleno de posibilidades.  Con la cámara vamos a poder recoger parte de la realidad y contar lo mismo de múltiples maneras según sea el tipo de plano, el encuadre o tal vez el color dominante, un estilo de iluminación en concreto o el personaje protagonista.

Una vez que sabemos lo que queremos contar y cómo, debemos ser capaces de ordenar en una línea de tiempo ese mensaje. Una forma de hacer esto de forma sencilla y rápida es con un Storyboard. Es decir, una serie de dibujos muy sencillos mostrando lo principal que se va a ver en pantalla en cada uno de los planos. Con el Storyboard además podemos interpretar con bastante acierto la duración del video resultante.

En este punto es interesante hablar del factor tiempo ya que en internet los videos cortos funcionan mejor. El usuario recibe más de 1000 impactos de contenidos y no tiene tiempo de consumirlos todos por lo que busca píldoras que le parezcan interesantes y le entretengan de forma rápida.

Si tu empresa tiene muchas cosas que contar, el video fácilmente se puede alargar pero no por ello va a impactar más, sino que puede convertirse en algo tedioso. Es mejor dividir el video en varios, bien diferenciados y que nos ayuden a causar mayor impacto entre nuestra audiencia. 

En las redes sociales, no deberíamos sobrepasar los 40 segundos de video. De hecho, pocos usuarios de redes sociales aguantan más de 10-15 segundos viendo un mismo video. Tú mismo puedes hacer la prueba; en el móvil haz scroll por tu red social favorita e intentar aguantar viendo un mismo clip de video. Se te hará difícil no pasar al siguiente a no ser que éste sea muy dinámico y entretenido.

Planifica lo que quieres contar y cómo, plásmalo en un storyboard e intenta introducir elementos que provoquen impacto. Es decir, invita a reflexionar, a hacer reír o entristecer. En definitiva, llama la atención con elementos emocionales.

De esta forma, en pocos segundos podemos comprimir nuestro mensaje para que llegue al espectador de forma directa y fácil de entender. 

Fuente:  SmartPeme