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Cómo utilizar el marketing emocional para posicionar nuestra marca

Fecha:  jueves, 05 de diciembre de 2019

 
El marketing emocional nace de la estrategia básica de la persuasión donde hacemos partícipe a nuestro segmento de mercado como centro de nuestro negocio, en el cual incorporamos los sentimientos como estrategia de venta.
 
Cada vez más, las empresas y las marcas se orientan a la humanización, como estrategia de acercamiento y posterior venta de productos y/o servicios.
 
El marketing emocional se basa en experiencias, sensaciones, sentimientos, y todo aquello que nos haga más cercanos a las personas.
 
Partimos de la premisa de aportar valor con aquello que hacemos, buscando la excelencia de las cosas, pero sin olvidarnos del placer que estas nos proporcionan desde la perspectiva de que las emociones son el motor que mueve la sociedad y que humanizan al individuo.
 
Descubrimos que la humanidad se mueve por emociones, por sensaciones, por necesidades… y es ahí, donde nosotros incidimos, en relación a las personas, proporcionándoles desde nuestra perspectiva empresarial los beneficios, las virtudes y todo ese universo de sensaciones que pueden vivir con nuestros productos y/o servicios.
 
Muchas veces es necesario abonar el terreno, esto nos lleva a educar a las personas usuarias en el beneficio que les proporciona nuestra experiencia, en la cual se debe ver reflejadas y deseosas de poder disfrutarla.
 
Es frecuente que los usuarios y usuarias necesiten o busquen cubrir una serie de necesidades, pero si no prestamos atención a las mismas, si no sabemos escuchar, nos perdemos esa parte importante de su empatía. Para ello, podemos utilizar métodos como el Social Listening para escuchar al sector. De qué habla la audiencia, qué habla la competencia, donde se muestran sus intereses.
Como respuesta debemos presentar nuestro porfolio de soluciones o propuestas de valor, donde seamos capaces de generar interés basándose en cada perfil. 
 
Existe una extensa lista de 17 emociones (entre positivas y negativas). Somos la suma de nuestras sensaciones y de los sentimientos que abarcamos y vivimos en base a nuestras experiencias. El modo de reaccionar ante una situación o ante una propuesta tiene ahí su origen.
 
Lo que conseguimos a través de nuestras propuestas de valor es crear un vínculo afectivo entre la marca que nos representa y las personas consumidoras, bien sean las actuales o la clientela potencial a la que queremos convertir en prospecto.
 
Hay muchos términos que hoy en día resuenan en el mundo de la comunicación y el marketing de contenidos como son el Marketing Emocional, el Storytelling, el Marketing Experiencial, el Branded Content y sobre todo las Emociones.
 
Descubrimos que las marcas ven que el acercamiento, P2P - peer to peer (persona a persona), proporciona unos valores increíbles a la hora de transmitir sentimientos.
 
Descubrimos que el máximo exponente del marketing emocional son las Lovemarks, donde destacan marcas como Apple, Coca-Cola, Nike, Ikea… Estos referentes han sabido llenar a través de una estrategia muy cuidada de contenidos basados en Storytelling, humanizar la marca y llegar a conectar con un amplio público, donde no se habla de producto y/o servicio, sino de experiencias, sensaciones y sentimientos, donde cada una de ellas hace reflejar aquellos valores que son parte de su seña de identidad.
Todo el mundo sabe decir qué sentimientos o valores desprende cada una de esas marcas.
 
Nuestro objetivo será, por lo tanto, crear un plan de contenidos personalizado para cada una de las segmentaciones, de nuestros buyer personas, donde contaremos historias reales que la gente común experimenta cada día y ver que nosotros y nosotras, como marca, pertenecemos a esas historias y aportamos un valor fundamental en las mismas. 
 
Jose Luis Taboada
Asesor TIC Smartpeme
 

Fuente:  SmartPeme